ahora, que todavía le queda algo de sangre en las venas a este verano,
que no termine nunca de empezar a acabarse
rip scott
ahora, que todavía le queda algo de sangre en las venas a este verano,
que no termine nunca de empezar a acabarse
rip scott
se nos ha pasado volando el número 9, que por algunos pequeños problemas logísticos ha debido perderse por algún lugar de Comala.
pero no pasa nada, ya está entre nuestras agrietadas manos el ansiado número 10, el X, «el Diez»
lo sé
sí, ya lo sé
en el fondo todos estamos igual
todos sabemos de todo
pero no nos queremos escuchar
no queremos darnos por sentados
o terminados
“tío, tienes que cambiar”
lo sé, me lo dicen los semáforos
los perros que son paseados por sus dueños
los chinos que me venden un cartón
“tío, estás acabado”
el espejo de la tienda de muebles
por el que paso cada dos días,
cuando tengo que salir a la calle
el conductor del ciento treinta y dos
(para el que soy invisible)
el grifo de la ducha que no hace más que mojarme
día
tras día
tras día
con su música sacada de un bosque,
cerca de un arroyo
y si me asomara al agua,
ésta me diría
“tío, hay que cambiar”
lo sé
hay un pájaro azul en mi corazón que
quiere salir
pero soy duro con él,
le digo quédate ahí dentro, no voy
a permitir que nadie
te vea.
hay un pájaro azul en mi corazón que
quiere salir
pero yo le echo whisky encima y me trago
el humo de los cigarrillos,
y las putas y los camareros
y los dependientes de ultramarinos
nunca se dan cuenta
de que esté ahí dentro.
hay un pájaro azul en mi corazón que
quiere salir
pero soy duro con él,
le digo quédate ahí abajo, ¿es que quieres
hacerme un lío?
¿es que quieres
mis obras?
¿es que quieres que se hundan las ventas de mis libros
en Europa?
hay un pájaro azul en mi corazón
que quiere salir
pero soy demasiado listo, sólo le dejo salir
a veces por la noche
cuando todo el mundo duerme.
le digo ya sé que estás ahí,
no te pongas
triste.
luego lo vuelvo a introducir,
y él canta un poquito
ahí dentro, no le he dejado
morir del todo
y dormimos juntos
así
con nuestro
pacto secreto
y es tan tierno como
para hacer llorar
a un hombre, pero yo no
lloro,
¿lloras tú?
–
las primera vez fue porque me apeteció compartir por aquí algunos versos del bueno de Hank que me parecieron sencillamente geniales. la segunda, fue fruto de la casualidad de recordar lo que estuve haciendo justo un año antes, el mismo día.
Yo, persiguiendo estrellas y galaxias de vapormientras otros, cotizaninviertenhablan y bostezanyo, ¿a dónde?¿dónde tenemos que ir?Mientras otros vany siempre vuelveny yo quiero ir y no volverdurante algún tiempoquiero quedarme aquícontemplando las flores griseslas torres manchadasla cortina carmesí rasgaday no hablar másde lo necesario
hay luces que iluminan la nochetibiamenteigual el agua que emana de las rocasen los manantialesla sangre que brota de la heridade la Lunanosotros iluminamos con nuestrasextremidades inferiores los camposde trigo y amapolascomo luciérnagas sorprendidaspor la Lunahay luces negras que crecende las ramas de los árboles horriblesde los pantanosbajo el ala protectora de un ángel negrolas luces siempre estaránextinguiéndose o naciendoiluminandosexodineropoderhambre–y esas otras cosasque parecen importantesy no importan tanto